Acabo de despertar de un sueño a destiempo. Y lo he hecho con la mente poblada de recuerdos. En esta ocasión no han sido los olores, han sido los ruidos. Me había mudado de casa y lloraba desesperadamente por volver a la de mi infancia. Quería seguir escuchando los ruidos de mi barrio, los gritos de los más pequeños jugando, las madres llamándolos para merendar. La tarde cayendo, buscando la noche. Sí, quería seguir escuchando a mi madre trasteando en la cocina, en mis ruidos de la infancia no estaba el televisor encendido, solo un trajinar de labores domésticas que a mí me relajaba. Al fondo, el silencio.
Creo que hay un tiempo en la vida en que alguien hace lo posible porque seamos felices, aunque no lo consiga y, en otra parte de esta misma vida, somos nosotros los que peleamos por hacer felices a otros. ¿Serán los ruidos que yo hago ahora los que llenarán los recuerdos de mis hijos? Parece diferente, hoy hay ordenadores que emiten sus propios sonidos, televisores en las habitaciones. Quizás no nos escuchemos tanto a nosotros mismos, yo lo hago a menudo sobre todo cuando habito en ese estado entre la vigilia y el sueño.
Me parece una foto preciosa....
3 comentarios:
Bella y emotiva entrada, hoy por lo que se vé, estamos un poco...no sé como decir, pero me da la impresión que entre tú con "Ruidos..." y yo con "Noviembre". Hemos empezado bien el mes. ¡ja,ja,ja! Saludos.
Maravilloso y emocionate,la abuela con su nieta.
Ruidos,olores ,paisajes,todo forma parte de nosotros,recuerdos de un pasado que forma parte de nuestra
vida que hace que seamos como somos.
Entre mis libros preferidos tambien se encuentran la , catedral del mar y los pilares de la tierra,al igual el principe de las mareas y los gritos del silencio forman parte de mis peliculas favoritas.
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