El paso del tiempo

martes, 27 de diciembre de 2011

Espítiru viajero












Siempre tuve espíritu viajero. Cuando era pequeña no conseguía imaginarme viviendo en el mismo lugar, en el mismo barrio. La edad me ha dado calma, sigo soñando que estoy en otra piel y cada día reinvento mi existencia muy lejos. Ni siquiera la Navidad me proporciona otro tipo de añoranza, de la que siente todo el mundo sobre su niñez. Alguna vez los recuerdos de cuando era pequeña me han asaltado donde menos lo esperaba. Pero dura poco. Sé que es sólo mi diatriba mental, me gusta zascandilear por cualquier lugar del mundo, con mi imaginación. Siempre he preferido inventar un mundo nuevo, que no comparto con nadie. Estas fotos son de un viaje cercano, cuando me alejo de verdad de todo, no sólo imaginariamente. En los países que visito me gusta soñar con los lugares que habitan otras personas. ¿Querrán estar en mi lugar también esas personas?